martes, 13 de julio de 2010

Organismos de Integracion. Evolución Historica en Venezuela II


Desde 1958 hasta el Desarrollo de las Centrales Cooperativas Venezolanas

Grandes progresos se observan a partir del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez; una de ellas lo constituye la promulgación de la Constitución Nacional de 1961; en ella establece en su artículo 72: , que “El Estado protegerá las asociaciones, corporaciones, sociedades y comunidades que tengan por objeto el mejor cumplimiento de los fines de la persona humana y de la convivencia social, y fomentará la organización de las cooperativas y demás instituciones destinadas a mejorar la economía popular”

La Iglesia católica, también fue un factor determinante en la promoción y desarrollo de las cooperativas para ese entonces; con gran influencia del Instituto Internacional Coady de la Universidad de St. Francis Xavier en Antigonish, Nueva Escocia: Canadá. Popularmente conocido como el movimiento Antigonish. Durante este periodo se crea El Centro de Educación Cooperativa de Mérida, por el Padre José Elías Thielen en 1963; fundado con el auspicio de la Universidad de Mérida y el Ministerio de Agricultura y Cría.

El Centro Gumilla de Barquisimeto, fundado por el Padre José Luis Echeverría en 1966. Terrero, José Martínez, 1972. Afirma: El Centro Gumilla “ha generado uno de los movimientos cooperativos más dinámicos de Venezuela”, creando un gran número de cooperativas que siguen existiendo hoy día, siendo el estado Lara una de las regiones del país con mayor desarrollo del cooperativismo.


El Centro Nacional de Educación Cooperativa (CENECO), fue constituido en 1968 por quince (15) cooperativas. Su promoción fue desarrollada por venezolanos experimentados en cooperativismo como lo son: el Dr. Carlos Molina Camacho, el Lic. Ignacio Vásquez Verde y también por el Padre José Elías Thielen.

Terrero, José Martínez: Las Cooperativas de Venezuela, 1972. Señala acerca de CENECO: …Su objetivo era impartir educación y capacitación cooperativista a miembros de cooperativas, o a grupos precooperativos. Sus instancias de toma de decisiones estaban formadas por representantes del sector cooperativo y representantes de entidades no cooperativas (personal docente, representantes de diversas instituciones, etc.). La Superintendencia Nacional de Cooperativas financiaba las actividades de CENECO en forma supletoria y provisional, mientras las cooperativas mismas pudieran hacerlo. Luego, a partir de 1969, las actividades de CENECO tomaron un nuevo auge con la participación de otros organismos interesados en adelantar programas conjuntos de desarrollo del cooperativismo, en particular FUNDACOMÚN y el Centro Gumilla.

Sin embargo, tal como lo afirma Terrero, José Martínez: A pesar de ser centros universitarios, ni el CENECO… desarrollaron la docencia universitaria ni la investigación sobre las cooperativas, limitándose a ser organismos de extensión. Y su existencia fue bastante breve: al suprimirse el financiamiento de los organismos públicos que los apoyaban dejaron de existir.

En cuanto a las iniciativas de integración de los cooperativistas venezolanos, se dieron dos tendencias cooperativistas: Las Centrales y las Federaciones. La primera se mantiene hoy en día, gracias al desarrollo de las Centrales Regionales y a la Central de Cooperativas de Venezuela (CECONAVE). Mientras que las federaciones, solo existe hoy en día la de Transporte. En relación a esta tendencia venezolanista, el Prof. Oscar Bastidas Delgado menciona en su trabajo: El Cooperativismo en Venezuela: …Sus defensores (de las federaciones) siempre han alabado su especialización con frases como: “no perdemos tiempo pues todos discutimos una problemática en común”. Sin embargo esa estructura fue cuestionada. Las críticas eran fundamentalmente por olvidar que el hombre tiene múltiples necesidades por lo que el hombre cooperativo es multidimensional (es decir, no es solo ahorro o sólo transporte), y debe por ende constituir y estar en movimiento que le permita satisfacer sus variadas necesidades de manera concomitante. A esa crítica se agregaron las referidas a los altos costos y a las dificultades de las federaciones en reunir cooperativas geográficamente distantes, lo que de hecho reduce sus actividades básicamente a la representación gremial salvo que casualmente la federación esté muy cerca de las cooperativas de base que la constituyen como sucede con la de servicios (Fecoseven) ubicada en Barquisimeto.

La promulgación de la Ley General de Asociaciones Cooperativas de 1966 y su modificación en 1975; constituye la nacionalización de su texto, adaptándose mas apropiadamente al acontecer venezolano. Se crea la SUNACOOP (Superintendencia Nacional de Cooperativas), adscrita para el entonces ministerio de Fomento; con este organismo, el Estado venezolano logra la Centralización y control preciso de las cooperativas que por iniciativa de la ley de 1945 se desarrollaba a través de varios ministerios y organismos.

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