martes, 7 de junio de 2022

LA TRANSICIÓN: En el proceso de disminuir la influencia perniciosa de los actores del capital. Del sistema educativo venezolano y su urgente auto revolución: de la filosofía educativa con orientación política hacia la filosofía con orientación teleológica. El expediente del futuro innovador. El Carnet de la patria: ¿un mecanismo para la promoción de la cultura de innovación venezolano?


Es imperativo llevar una "auto revolución” en nuestro sistema educativo; que conlleve a una cultura de innovación y producción de nuevos conocimientos basados en la filosofía teleológica que centra al individuo venezolano como un sujeto que entraña en sí particulares habilidades de los cuales nuestro Estado orientador y promotor de la innovación está obligado a descubrir conjuntamente con el sujeto para llegar a la materialización de esas habilidades.


DE LA FILOSOFIA POLITICA A LA FILOSOFIA TELEOLOGICA

  Meses antes de comenzar la cuarentena por el Covid-19, tuve la oportunidad de trabajar como profesor de matemática, física y química, en una institución educativa. Esta experiencia me dio la oportunidad de experimentar los cambios paradigmáticos producto de las nuevas filosofías políticas implantadas en la educación. Cambios, que si bien nos ha permitido tener éxito en la gestión pública, para la gestión educativa ha resultado en un caos paradójico muy lejos de optimizar nuestros procesos educativos. (Muñoz León D. A 2007).

Principios constitucionales como la inclusión, participación y protagonismo; han sido implementados en el sistema educativo venezolano tanto de manera solapada como de manera explícita a lo largo de estos años con algún grado de éxito en materia de inclusión; pero que sin embargo, se ve empañado por un lado por las prerrogativas otorgadas a los educandos que les permiten cuestionar y entorpecer la autoridad del educador en su función de facilitador del conocimiento y por el otro el concepto de participación y protagonismo que empaña los procesos de reclutamiento, selección y desvirtúa los propósitos del educador al situarse como un instrumento para hacer proselitismo político. Estos acontecimientos que se vislumbran en el acontecer educativo venezolano la transforman y le dan relevancia por encima de las virtudes emanadas de los principios del árbol de las tres raíces a solo una simple y vieja filosofía de prosecución política. 

 Ahora bien, aunado a esta experiencia personal de los problemas estructurales de nuestro sistema educativo, también debemos hacer notar la preocupante incertidumbre de nuestra generación contemporánea en cuanto lo que les sucederá una vez hagan superado el proceso educacional y obtengan la licencia para ejercer actividades propias de la ciencia y la tecnología. O por otro lado, como consecuencia del bloqueo económico, de las decenas de genuinas empresas de innovación tecnológica venezolanas que han tenido que emigrar sus sedes principales y trasladarse a otros países. Nuestro Estado social aún no ha logrado asumir el rol de “promotor de innovaciones” y esto quiere decir, entre otras cosas la falta de manejo de las expectativas existenciales de nuestra generación en cuanto a su ubicación en el espacio-tiempo dentro del contexto de las novedades de la ciencia y la tecnología. Es por ello que ocurre y seguirá ocurriendo la emigración de talentos hacia otras naciones.

 Casos como el del tecnólogo venezolano Manuel Blum (es.m.wikipedia.org consultado el 16 de mayo de 2022); o las empresas venezolanas de innovación tecnológica que recientemente trasladaron sus sedes a otros países como Merlim Telecom, s.a., o la empresa Open English., (Sigala Luis, Martínez Alberto, 2017). Son ellas que juntas al destacado desarrollo venezolano de software abierto (Montilla Maricela, Ochoa Alejandro, 2012) las que necesitan un nicho de desarrollo como el del Valle del Silicio Bolivariano con características propias y enriquecido con las experiencias de nuestros aliados. En ella se va a reflejar la visión de modelo país que queremos en general.

  Es por ello que se hace imperativo una “auto revolución” en nuestro sistema educativo; que conlleve a una cultura de innovación y producción de nuevos conocimientos basados en la filosofía teleológica que centra al individuo venezolano como un sujeto que entraña en sí particulares habilidades de los cuales nuestro Estado orientador está obligado a descubrir conjuntamente con el sujeto para llegar a la materialización de esas habilidades. Y esto solo es posible mediante el reconocimiento de tales habilidades o aptitudes y la madurez de las mismas a través de la actividad científica que procuren para él la satisfacción de sus necesidades existenciales en beneficio de Dios y nuestra nación. Es un enfoque educacional basado en el sujeto como fuente de habilidades y actitudes para la innovación en la ciencia y la tecnología. 

 Porque este aspecto del individuo tiene que convertirse en el centro neural de nuestro sistema educativo bolivariano, primeramente: solo un sujeto orientado hacia la madurez de sus habilidades, por ejemplo en las matemáticas puede innovar antiguos preceptos matemáticos y revolucionar la ciencia y tecnología contemporánea. El mundo está lleno de ejemplo de innovaciones que han señalado al sujeto responsable como poseedor de esas habilidades desde su misma infancia. Sin embargo también debemos destacar que la madurez de la misma es importante, por que como lo señalaba primero Adam Smith y después Carlos Marx, solo la práctica constante procura al sujeto de suficiente experiencia para innovar, sin embargo, el reconocer sus actitudes y habilidades permite a nuestro Estado orientador y promotor una mayor certeza de obtener la materialización del conocimiento. 

 Segundo. Tal materialización ha sido el talón de Aquiles de nuestro sistema educativo venezolano. Varios autores han señalado que si bien hemos mostrado interés por salir de las primeras décadas de la educación venezolana centrada en las ciencias puras hacia el desarrollo reciente de las ciencias aplicadas; tales experiencias han sido intermitentes en el tiempo. (Maggiolo Isabel 2017)

EL EXPEDIENTE DEL INNOVADOR

Ahora bien, un sistema educativo cuya misión y visión es la materialización del conocimiento; procura como señalamos, a lo largo de todos los niveles el reconocimiento y búsqueda de la madurez mediante la praxis constante de esas habilidades. Para ello se procura un expediente de actitudes que contendrá primeramente las cualidades reconocidas y los diversos métodos de aprendizaje específicas que requiere dicho sujeto para lograr su madurez intelectual. Tal expediente deberá manejarse con total responsabilidad y celo nacional, pues representa para el sujeto: la consecución de sus metas existenciales. Y para el Estado orientador y promotor de la innovación: la garantía de puestos destacados en la nave de la era digital. 

Es nuestro sistema educativo bolivariano orientado hacia la búsqueda constante de la innovación; en la búsqueda de una reorientación de la estructura educativa hacia el logro de esos objetivos y el establecimiento de una nueva cultura de innovación en nuestra sociedad: de padres procurando en sus hijos la realización de sus metas basados en sus actitudes y habilidades pues con ellos aseguran sus necesidades existenciales y el reconocimiento familiar y nacional. De jóvenes soñando en artilugios que resuelvan los diversos problemas existenciales de la humanidad y procurando un destacado puesto dentro de su nación y del universo mismo. De una sociedad con un celo y procura nacional por todo lo hecho en Venezuela con el sello de nuestras particularidades históricas y culturales y a la vez esquivo con todo lo que tiene que ver con productos extranjeros. 

EL CARNET DE LA PATRIA Y LA INVERSION COMUNITARIA HACIA EL INNOVADOR

Es precisamente este cambio cultural que nos va a permitir el éxito en la instrumentación del Carnet de la Patria, como un método de interacción social entre nuestros innovadores y la inversión comunitaria. Como una manera de desarrollar en nuestros inventores corresponsabilidad social y mayor preocupación por el éxito de sus invenciones. Para los actores del capital esto representa capital de riesgo pues para ellos, existe una incertidumbre real de que dicho desarrollo pueda fracasar y perder su dinero. Para nuestro Estado social, tal interacción es la oportunidad de consolidar una verdadera cultura de innovación, para nosotros no existe capital de riesgo pues es nuestro Estado social quien va a fingir como fiador entre el innovador y la inversión comunitaria realizada por las familias venezolanas a través del Carnet de la Patria; refleja para ellos el orgullo venezolano por apoyar el conocimiento nacido en nuestras tierras y que va aportar soluciones sociales que redundan en beneficio para todos. 

Bueno, en esta interacción innovador – inversión comunitaria con garantías de nuestro Estado social se va logrando lentamente una nueva sociedad venezolana con orientación innovadora, con mucha fe en sus innovadores y principalmente confiado en un Estado social promotor de la innovación. Tomen por favor camaradas, cartas en el asunto.

BIBLIOGRAFIA

MUÑOZ LEÓN D.A. (2007) “Democracia y autoritarismo en la escuela venezolana. Un acercamiento etnográfico.” En EMIGRA Working Papers, 64. Accesible en línea: www.emigra.org.es. Descarga realizada el 07/06/2022.

Montilla Maricela y Ochoa Alejandro. EL DESPLIEGUE CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO VENEZOLANO DE LOS ÚLTIMOS 5 AÑOS INTERPRETADO DESDE DOS CONCEPCIONES DE GENERACIÓN DE CONOCIMIENTO. 1Fundación Centro
Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL). mmontilla@cenditel.gob.ve 2Centro de Investigaciones en Sistemología Interpretativa – Universidad de Los Andes. Venezuela 2012. 

 Sigala Luis, Mirabal Alberto, Delgado Maritza. EMPRESAS MULTINACIONALES DE BASE TECNOLÓGICA DE ORIGEN VENEZOLANO: APLICACIÓN DE TEORÍAS EN CASOS DE ESTUDIO. DISSERTARE Revista de Investigacion en Ciencias Sociales. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” - UCLA, Venezuela. 2017.

Maggiolo Isabel. “Proceso de la ciencia y la tecnología en Venezuela en el siglo XX”. Universidad del Zulia, Venezuela 2017.