viernes, 25 de septiembre de 2015

LAS FABRICAS y PREDIOS SOCIALISTAS: ¿CUNA DE LA CULTURA PRODUCTIVA COMUNERA?. Premisa fundamentada en el principio de la estrella de las tres puntas. "La Estrella Socialista de Chavez"

   La frase, muchas veces repetida por nuestro comandante supremo: ·"Dios habla a través de las matemáticas";  revela el sentido pragmático de sus acciones, secundados de su dogmatismo político-religioso. Nuestra doctrina social bolivariana; es económicamente una doctrina social-pragmática, secundados por la dogma moralista con importantes tintes históricos; y de allí la idea del principio de la "estrella de las tres puntas" o, para honrar la memoria de nuestro comandante supremo:  "La Estrella Socialista de Chavez". 




  Los antecedentes, de este planteamiento ideológico, lo hallamos en las acciones de liderazgo de nuestro comandante supremo en búsqueda de una NACIÓN de PROGRESO con JUSTICIA SOCIAL. Alcanzar EL SUEÑO BOLIVARIANO, de un "VIVIR VIVIENDO"; es análogo a decir: "APRENDER HACIENDO". En dichos axiomas,  se conjugan abiertamente; ambas tendencias del pensamiento social bolivariano, la economía social-productiva  sustentable  comunera y nuestro dogmatismo histórico-moralista. 

   Ahora bien, del pragmatismo de nuestro Comandante Supremo, nacieron también LAS MISIONES como una forma de INVERSIÓN, de nuestro ESTADO SOCIAL, limitada a resolver necesidades sociales básicas en tiempos perentorios. La salud, la educación, la infraestructura; son ejemplos muy taxativos que han dado resultados satisfactorios. En ellas, básicamente, es nuestro ESTADO SOCIAL, el factor determinante de tales acciones. El principio de la estrella socialista de las tres puntas, busca la interacción de tres factores: COMUNAS, ESTADO SOCIAL y DOCTRINA SOCIAL BOLIVARIANA; para lograr resultados económicos sustentables, con un alto valor agregado; y de la cultura económica social - productiva comunera. 

  La primera punta de esta forma geométrica son nuestras organizaciones políticas sociales: LAS COMUNAS, que representa en si misma, a nuestro pueblo organizado; y presto para afrontar los retos mas significativos de la nación; con sus individuos productores y consumidores. Por otro lado tenemos a nuestro ESTADO SOCIAL, promotor y exigente veedor de la industrialización de nuestras comunas; y del desarrollo de la cultura económica-social-productiva sostenible;  funciones que deben convertirse en políticas de Estado con LA ASISTENCIA TÉCNICA Y TECNOLÓGICA, como factor de participación directa y de dedicación exclusiva dentro de la convivencia económica social de nuestras comunas. Y finalmente, el EJERCICIO de nuestra DOCTRINA SOCIAL BOLIVARIANA, como membrana celular que permitan minimizar las desviaciones, y salvaguardar los procesos sinergicos de agentes externos que busquen perjudicarla.    

   El principio de la estrella socialista de las tres puntas, es factible principalmente en los bienes primarios transables, su practica puede ser inmediata mediante la ADOPCIÓN, por parte de las COMUNAS, de fabricas o predios agrícolas improductivas. Una vez planteada las soluciones consensuadas entre los individuos productores y consumidores; nuestro Estado social, como factor PROMOTOR; debe procurar el EJERCICIO de la CIENCIA Y TECNOLOGÍA como elementos que permitan la INDUSTRIALIZACIÓN de nuestras COMUNAS,  Allí en la fábrica o en el predio; interaccionando directamente con las COMUNAS y de forma PERMANENTE. 

   La condición de PERMANENCIA, es indispensable. La misma es garantía de ESPECIALIZACIÓN EN LA PRODUCCIÓN de un determinado BIEN ALIMENTICIO.  Por otra parte INDUCE a la  COMUNA, al desarrollo de la CULTURA PRODUCTIVA ESPECIALIZADA. Son ellos, nuestros futuros expertos en la producción derivada de cualquier fruta, grano, hortaliza o tubérculo, de una región y población especifica de nuestra nación. Que puede variar muy significativamente al valor agregado de la comuna de otra región, pero que trabaje con la misma fruta, grano, hortaliza o tubérculo.  

     El principio de la estrella socialista de Chavez, puede ser llevada inclusive en COMUNAS, donde los acuerdos consensuados involucran la producción de DERIVADOS DEL PETROLEO., o de DERIVADOS DEL HIERRO. las posibilidades de desarrollo son muchas. Este principio puede representar la CUNA de nuestra CULTURA PRODUCTIVA COMUNERA; en función del mecanismo de "APRENDER HACIENDO".  Pero desde luego,  con nuestro ESTADO SOCIAL, ejerciendo la DOCTRINA SOCIAL BOLIVARIANA como amalgama que regula su actividad en función de los intereses de una NACIÓN DE PROGRESO CON JUSTICIA SOCIAL. 
      

   
     

viernes, 18 de septiembre de 2015

LA TRANSICION: ¿Es el Estado Social el promotor de la industrialización de nuestras comunas?

  Los mercados comuneros, representan los NICHOS DE CONVIVENCIA ECONÓMICA de nuestras comunas donde el individuo-consumidor y el individuo productor; guiados por los valores afectivos propios de nuestra doctrina social bolivariana; interaccionan entre si, en el intercambio tanto de BIENES TRANSABLES como también de INFORMACIÓN ESTRATÉGICA; la misma que nos va a permitir identificar tanto las necesidades y exigencias del individuo-consumidor; como las inquietudes, ideas e inventivas en cuanto a las calidad y cantidad de bienes y de valores agregados, por parte de nuestro individuo-productor. Posibilitando la SINERGIA, para que nuestro Estado social, participe como un tercer factor promotor de la industrialización comunera y del desarrollo de la cultura productiva. 


  Pero:  ¿para que la sinergia?; pues bien, allí donde surgen las necesidades y las exigencias y se plantean las soluciones consensuadas; es donde nuestro Estado social, es mas eficiente y eficaz como AGENTE PROMOTOR de la INDUSTRIALIZACIÓN COMUNERA AGRÍCOLA Y PECUARIA, y del desarrollo de la cultura productiva. Las MESAS DE TRABAJO permiten su participación directa, primeramente como receptor de las necesidades y exigencias del individuo-consumidor, en un proceso de EMPATIA. Luego, en la asistencia técnica y tecnológica y de apalanca miento al individuo-productor; dentro de los principios de apoyo irrestricto y patriotismo pleno; en un proceso de promoción de la industrialización comunera y del desarrollo de la cultura productiva. Y adicional mente como constructor de políticas que permitan regularizar los principios económicos de nuestra doctrina, y a la vez, formular los procedimientos correctivos necesarios que aminoren sus desviaciones. 

   Ahora bien, esta asistencia técnica y tecnológica; es básica y primordial; y aquí, camaradas, es donde desde mi modesto punto de vista, nuestro Estado Social, debe asumir las riendas y EXIGIR a nuestras instituciones de asistencia técnica y tecnológica, interaccionar como un tercer factor en nuestra convivencia económica comunal y asumir la RESPONSABILIDAD por el logro de las soluciones consensuadas; sin olvidar que en ello, el ejercicio de planificación estratégica va a permitir su evaluación, en función de las metas nacionales y supranacionales.

  La asistencia técnica y tecnológica debe perseguir como principal objetivo: LA INDUSTRIALIZACIÓN COMUNERA Y EL DESARROLLO DE LA CULTURA PRODUCTIVA; y esto requiere de esfuerzo y dedicación exclusiva de sus responsables, y aquí nuestro Estado social, en el ejercicio de nuestra doctrina social bolivariana esta obligado a corregir el paradigma de la filosofía individualista en el ejercicio profesional de nuestros educadores, !que se aboquen de una vez por todas a la búsqueda de los intereses de la nación, dejando a un lado, sus intereses egoístas¡. Por lo que debo sugerir: Nuestro Estado Social, debe ser enfático al EXIGIR RESULTADOS en función de la industrialización y del desarrollo de la cultura productiva de nuestras comunas. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

LA TRANSICION: Hacia el proceso de disminuir la influencia de los actores del capital. Segunda parte: Del culto a la MERCANCIA al culto del VALOR AGREGADO.

     ¿Que es mas importante para una nación socialista en búsqueda de progreso y justicia social?: De individuos que se aboquen a transformar las materias primas y obtener bienes transables con un alto valor agregado o de individuos que simplemente se dediquen a la comercialización de dichos bienes; con escasa o nula aportación. En esto es que debemos enfocar la reforma de nuestro antiguo código de comercio, privilegiar el desarrollo de individuos productores o portadores de valor agregado; buscando disminuir significativamente el proceso parasitario de individuos-comerciantes. 


 Admitamoslo, a lo largo de estos siglos, en que nos hemos convertido?; pues bien, nuestra nación es mayoritariamente una sociedad de individuos comerciantes-consumidores; adoradores de la mercancía; y de la cual se rinde culto. Pero cuando sucedió todo esto, bueno les puedo asegurar que esto viene desde la época de la conquista. De aquellos individuos conquistadores-comerciantes; que intercambiaron, con nuestros antepasados, no solamente mercancía, sino también nos impusieron, toda su cultura del comercio especulativo y amoral; que obviamente, nuestros nativos no conocían, pero con el pasar del tiempo, la adoptaron en sus hábitos y en sus costumbres, y le dieron un marco legal, con el nombre actual de código de comercio.

    Es así, como nuestra convivencia económica actual esta amañada de este proceso solapado, cíclico, oportunista y amoral de individuos comerciantes-consumidores;  que hoy en día han encontrado en los bienes alimenticios, producidos por nuestras comunas, organizaciones sociales, y empresas estratégicas, con valores subsidiados por nuestro Estado social, la oportunidad perfecta para lograr en el menor plazo posible, sus objetivos individualistas; CLARO ESTA, AMPARADOS POR LA VIEJA DOCTRINA ECONÓMICA QUE LES ENFATIZA QUE TALES BIENES, NO SON MAS QUE: "MERCANCÍA".

     Desde luego, la figura del individuo - comerciante; es muy diferente a la figura del individuo - productor; así el código de comercio, pretenda encerrarlos en un mismo marco canónico. Ambas figuras difieren en que el primero es formador del capital comercial y el otro del capital productivo. Pero finalmente debemos admitir, que el primero es parasitaria del segundo.

   Las características de este sistema parasitario, son de manera sorprendente, muy evidentes: 1. El culto y la adoración a la mercancía. 2. La especulación como patrón de renta y ganancia; 3. El menosprecio por el individuo - productor venezolano; 4. La pobre o nula aportación de valor agregado a los bienes que comercian, y 5. El rápido solapamiento de individuo-consumidor a comerciante.

     Pero, pensemos un poco. Para una nación en búsqueda de progreso y de justicia social, que es mas importante: resaltar el significado y la importancia del valor agregado, presente en el individuo como creador de inventivas, transformador de materias primas; o del individuo - comerciante, usurpador y especulador de este valor agregado, y que al final, sin que me quede duda alguna, es quien disfruta de la "plusvalía", de lo que él y su vieja doctrina consideran "mercancía".

   Ahora bien, debemos considerar, que nuestro Estado social, debe procurar que este individuo creador de inventivas, procreador de valor agregado; o lo que es lo mismo: un individuo - productor; no puede aislarse a la figura del individuo - consumidor; y es allí donde nuestro Estado social, debe encauzar al mismo en los valores afectivos propios de nuestra doctrina social bolivariana que permitan una verdadera convivencia económica con justicia social, la promoción de mercados comuneros; abastos y supermercados estatales, bodegas comunitarias y demás; como verdaderos centros donde los valores afectivos doctrinarios predominen en la convivencia económica entre el individuo productor y el individuo - consumidor.

  Teniendo en cuenta esta premisa, debemos enfocar nuestras reformas al código de comercio venezolano en elevar en un primer plano la promoción de organizaciones mercantiles cuyo objeto social es la de transformación de materias primas en bienes principalmente transables con significativos valores agregados como primera prioridad, mediante los beneficios fiscales y el  apoyo irrestricto de nuestro Estado social y desde luego, de su orientación doctrinaria; y por otra parte, disminuir en gran medida, la articulación de organizaciones cuyo objeto sea  la simple compra y venta de bienes o de "mercancía", solo con fines especulativos, carentes  o pobres de valor agregado.