miércoles, 27 de junio de 2018

LA TRANSICION: Hacia el proceso de disminuir la influencia de los actores del capital: VII Parte: Del Codigo de comercio al Código de economía social y productiva

El comerciante como un solapamiento del individuo consumidor; es un sujeto económico vulnerable de sus debilidades humanas y de la influencia de su entorno; por lo tanto, su educación y orientación hacia un sujeto económico moral y asertivo es posible siempre y cuando nuestro Estado social orientador, sea capaz de canalizar dicho sujeto hacia valores morales y patrios, que dominen su existencia. Esto solo es posible bajo un nuevo ordenamiento jurídico, que propicie y permita el desarrollo de un Estado social y trascendental. 


Ahora bien, evitar este solapamiento es primordial, y comienza en las etapas iniciales de educación de nuestros individuos., donde el cultivo de una conciencia creadora y productiva, predomine por sobre toda las cosas superfluas y banales. Donde nuestro Estado social y trascendental, valore y enaltezca los logros iniciales de nuestra capacidad creadora, que permitan un reforzamiento de esta conducta creativa que llevamos todos; pero cual musculo del cuerpo, no ejercitamos ni acondicionamos. Siendo este, el principal musculo evolutivo de nuestro ser. Tal como afirmo Descartes "Pienso... luego existo..." 

Dicho esto, es preciso estar conscientes de la hegemonía del individuo comerciante en nuestra sociedad venezolana, (bueno, imagínense desarrollar una revolución con este tipo de burguesía... Marx, sin duda estaría agarrándose del cabello); y sobre todo, tener presente que una verdadera revolución en nuestro país, no es la de inclinar la balanza hacia el apoyo de nuestros individuos consumidores, reflejados en los dependientes de una economía tutelada. Sino mas bien, llevar el contrapeso hacia nuestros individuos productores, estructurando nuestro Estado para favorecer todos los ámbitos de su desarrollo; y mas aun, brindándoles toda la técnica y tecnología de vanguardia, que permitan la masificación., como un factor estratégico económico-político de nuestra región. 

  El verdadero enemigo de nuestra revolución, no esta afuera camaradas., lo tenemos en nuestro interior; y no es otra cosa que nuestro afán al lucro. Si estamos consciente de ello., podemos avanzar hacia el desarrollo de una conciencia patria, que permita al individuo comerciante, como sujeto moral y asertivo, estar en total sincronía con los intereses de nuestra nación. Ahora bien, el desarrollo de tal conciencia patria en la sociedad que tenemos actualmente de individuos comerciantes como sujetos económicos primitivos solo es posible mediante la inducción y el aprendizaje practico., contenidos en una nueva plataforma jurídica y educacional., que nos permita despojarnos del viejo y viciado código de comercio. 

 Este código, deberá diferenciar de manera clara y concisa, el tipo de actividad, ya sea si este es una actividad de transferencia de bienes, sin ningún valor agregado significativo; del individuo productor al consumidor; con las consabidas condicionantes que dificulten su proliferación y propicien su educación y seguimiento, para que no se antepongan intereses mezquinos por sobre los intereses de la nación. Y por otra parte, si se trata de una actividad productiva., en donde, dependiendo del grado de valor agregado que se le aporte al objeto sujeto de deseo, nuestro Estado social y trascendental favorezca todas las prerrogativas posibles para el desarrollo y proliferación de tal actividad. 

 Diferenciar ambas actividades, es fundamental para el cambio de paradigma que se requiere en nuestra sociedad.,  por otra parte, nuestro Estado social y trascendental, debe reservarse el derecho de transferencia de ciertos bienes primarios y estratégicos, necesarios para la preservación de la vida y de la económica en general. Apropiándose para si, de  la tecnología de transporte masivo y económico, que por centenares de años ha permitido una verdadera relación acertó-afectiva entre el productor y el consumidor., y no es mas que el de los ferrocarriles. 

Por otra parte., dicho código deberá favorecer las relaciones asertivas y afectivas que se suceden entre dos individuos teleologicamente antagónicos., la regulación de los mercados comuneros es necesario., la intermediación en este nicho económico es criminal y totalmente adverso a los intereses de un Estado social y trascendental. Es fundamental la interacción directa productor - consumidor. Por lo que la intermediación debe reducirse a su mínima expresión. 

Este nuevo código, debe darle cabida a la resolución de artilugios técnicos y tecnológicos que favorezcan la actividad productiva., ya sean materiales o de lógica humana. Es allí, que nuestro Estado social y trascendental, estimule a nuestros individuos consumidores que asumen posiciones de vanguardia en la actividad que han tomado como forma de vida; cuando dicha actividad esta relacionada directa o indirectamente a los procesos productivos de nuestra nación. 

Finalmente, tal código; en todo momento deberá cumplir con el axioma de nuestra nueva economía bolivariana: "Negar al individuo comerciante como sujeto económico primitivo y afirmar al individuo productor como sujeto trascendental".  Esto es justicia social, tomen camaradas cartas en el asunto.