jueves, 3 de marzo de 2016

LA TRANSICIÓN: Consideraciones al proyecto agrícola urbano. El individuo productor como sujeto trascendental y su antagonismo teleologico con el individuo consumidor.

Recientemente, escuchamos como nuestros adversarios vociferan todo tipo de improperios, en contra de nuestra agricultura urbana, conminándolo al fracaso. Antes que condenar tales aseveraciones; debemos pensar un poco en cuanto a que tipo de individuos prevalecen en nuestras ciudadelas a los cuales nuestro Estado Social debe encomiar tan loable actividad productiva. 



Analizando la figura del individuo como sujeto trascendental, podemos diferenciar dos tipos: Al individuo productor, como un ser angustiado por hacer  que su existencia trascienda en el espacio y el tiempo. Son individuos que amplían sus habilidades cognoscitivas por medio de instrumentos y herramientas. Son propensos a utilizar tales habilidades para transforman su entorno existencial. Ahora bien, nuestra doctrina social bolivariana, lo que busca, es que dichos sujetos se angustien no solo por el trascender de su individualidad; sino también, que dicha trascendencia sea proyectada hacia el colectivo; que no es mas que su propio entorno social comunal.

Cuando un individuo productor es capaz de discernir y afrontar su realidad económica y social; diligenciando para ello los mecanismos que posibiliten alcanzar un país de progreso con justicia social; en este punto; dicho individuo se transforma en un sujeto con conciencia social bolivariana y en una herramienta de bienestar social colectiva; materializador del "Sueño Bolivariano".  

Por otra parte, tenemos la figura del individuo consumidor, de aquellos individuos que no buscan trascender; solo se angustian por las limitaciones en el tiempo y el espacio en lograr alcanzar una actividad humana que les permita las mejores condiciones de existencia y calidad de vida. Que dicha existencia sea considera autentica o in-autentica; es el resultado del eficiente ejercicio de nuestra doctrina social bolivariana.

Una característica distintiva de los individuos consumidores y no trascendentales; es su condición de seres polivalentes. Es decir, desempeñar varios tipos de actividades, en el mismo tiempo y espacio. Igual puede desempeñarse como secretaria ejecutiva y solapar circunstancial mente como una  "lucrativa" comerciante. Un abogado competente y a la vez un eficiente presidente de su consejo comunal. Un visitador medico, y al caer la tarde un esplendido cocinero. La polivalencia, tiene relación directa con su esfuerzo por lograr las mejores condiciones de su existencia, que en función a su rasgos culturales; es considerada para el satisfactoria. 

Ahora bien, ambos individuos, se diferencia cognoscitivamente, ante la presencia de un objeto sujeto de deseo. El individuo productor se preguntaría inmediatamente: ¿puedo hacerlo mejor?; mientras que el individuo consumidor esgrimiría: "¿Cual es el valor de uso que tiene para mi este objeto que me permita mejores condiciones de existencia?.  Esta diferenciación; muchas veces establecen relaciones antagónicas en cuanto a la finalidad que persiguen estos dos tipos de individuos.  

Es necesario camaradas comprender, que por razones teleologicas, lo que para un individuo consumidor puede parecer una ignominia, para el individuo productor no lo es, y viceversa. La agricultura en zonas urbanas, debe considerar la dialéctica, para  que pueda coexistir  mas apropiadamente y en consonancia con sus individuos hegemonicos, es decir, individuos consumidores no trascendentales; muchas veces, con existencia in-autentica.

La agricultura en espacios urbanos, obliga a pensar en un tipo de agricultura complementaria y no como forma de subsistencia, en el contexto del individuo consumidor no trascendental polivalente. La utilización de técnicas novedosas que posibiliten con menor grado de dificultad y de actitudes cognoscitivas que estos tipos de individuos sean encauzados hacia su adoctrinamiento como sujetos económicos morales; permitirán a que estos  contribuyan en el desarrollo de una cultura productiva y a la soberanía alimentaria; en función de un Estado Social con vocación agrícola.     

Ahora bien, aprovechar las características propias de una existencia in-autentica, como la "avidez de novedades", obliga a nuestro Estado Social, la utilización de términos, técnicas y procedimientos mas adecuados. Hablar de "conucos", en áreas urbanas, considero que no es apropiado; por lo cual, el nombre mismo puede parecer, para este tipo de individuos una razón ignominiosa. 

Un proyecto, ante tales circunstancias, exige de parte de nuestro Estado Social, el desarrollo de técnicas novedosas que posibiliten la agricultura en espacios confinados de manera eficiente, aprovechando la condición de polivalencia de nuestros individuos consumidores y respetando su dialéctica y  ordenación urbanística. 

Por otra parte, es necesario la supervisión constante y el acompañamiento, ante las posibles desviaciones que suelen ocurrir, producto de la condición de polivalencia de nuestros individuos consumidores. El solapamiento a individuos comerciantes como sujetos económicos primitivos; pueden dar al traste con este hermoso proyecto. Es por ello, que nuestro Estado Social, esta obligada a encauzar a tales individuos, para que en su cualidad de polivalencia, establezcan roles de sujetos económicos morales y permitan una sana convivencia económica, enmarcados en los principios de  SOLIDARIDAD de nuestra doctrina social bolivariana. 


Blbiografia


- Jose Pablo Fennmman: "Filosofia aqui y ahora". Programa Encuentro. Canal Youtube. Buenos Aires. Argentina, 2008. 

- El modelo de agrópolis frente a la dialéctica ciudad-campo. 
Hermano Ariosto Ardila Silva, Fsc., Wilson Vergara Vergara. 
http://revistas.lasalle.edu.co/index.php/ls/article/view/757