…...comencemos a dominar el proceso de diseño, fabricación e implementación de soluciones lógicas basados en el silicio, tan solo imagínense el primer Tiuna totalmente eléctrico con tecnología 100% venezolana saliendo del seno de nuestras fábricas y comprenderemos la importancia de este proyecto para nuestra revolución y la consolidación de nuestra Patria Grande, tal como lo ha soñado nuestro Padre Doctrinario.
Oh! Vamos…, no podemos pensar que con solo soltar dinero a diestra y siniestra con el pretexto de promocionar a “nuestros emprendedores”, lograremos reactivar el aparato industrial heredado de nuestra cultura neocolonialista ferozmente golpeada por el bloqueo económico. La solución es más compleja que eso.
Sencillamente nuestro país requiere un profundo
cambio en su estructura educativa y más aún
en nuestra propia cultura. No soy el único que piensa esto, lo concluyen
autores como Colina, Belinda y Aquiles Adrianza (2015) “…el empresario
venezolano carece de una cultura innovadora, dado que no vincula la
productividad con el esfuerzo innovador propio ni con el dominio tecnológico,
manteniéndose una gran dependencia tecnológica hacia los suplidores de
tecnología foráneos”. Sencillamente, nuestro sistema educativo no educa para el
trabajo innovador; por lo que es difícil hablar de financiar emprendimientos
cuando no existe tal cultura de emprendimiento en nuestro país.
Cuando no se busca desde los inicios de la
educación sembrar en nuestras generaciones esa semilla de inconformidad hacia
su entorno, de deseos de hacer las cosas mejor, de ser autárquicos desde la
cimiente de un país representado por la familia. Cuando no adaptamos nuestras
estructuras de formación hacia una perspectiva teleológica de la misma no vamos
a lograr superar nuestra condición de país satélite.
Comentado esto, el proyecto del Valle de Silicio
bolivariano debe buscar como una de sus
misiones establecer una plataforma industrial donde se concentre todos
los procesos para lograr la manufactura de componentes electrónicos para todos
los usos tanto domésticos, como comerciales y militares. En si es el Estado
social en su rol de emprendedor y
promotor de toda una gama de industrias tecnológicas que van a significar la
base de todo un desarrollo aguas arriba, que comprende entre muchas otras: el
desarrollo nacional de electrodomésticos, la automatización de nuestras
empresas, la robotización de nuestras industrias, inteligencia artificial, los
autos eléctricos, hardware y software computacional, desarrollo de tecnología
para la producción de combustibles verdes y de diseño y fabricación de
aplicaciones lógicas para la industria
militar www.es.topwar.ru consultado 20 de mayo de 2022.
Ya basta del neocolonialismo tecnológico que
comenzó a liderar la IBM anglosajón en nuestro país, tal como lo describe
Pérez, José (2012) y que nos limitó solo a la búsqueda de soluciones
comerciales; y comencemos a dominar el
proceso de diseño, fabricación e implementación de soluciones lógicas basados
en el silicio, tan solo imagínense el primer Tiuna totalmente eléctrico con
tecnología 100% venezolana saliendo del seno de nuestras fábricas y
comprenderemos la importancia de este proyecto para nuestra revolución y la
consolidación de nuestra Patria Grande, tal como lo ha soñado nuestro Padre
Doctrinario.
Pero por otra parte nuestra Ciudad del Valle de
Silicio Bolivariano, fiel a nuestros principios doctrinarios de tendencia
trascendental y de economía verde, consolida estructuras amigables con el medio
ambiente de diseño ecológico y autosustentables. Son edificios que aprovechan
la energía del sol y/o del viento o de cualquier otro elemento de la naturaleza
para suplir los requerimientos de sus habitantes y sus fábricas además de
permitir el reciclaje de los desechos, de las aguas de lluvia para el consumo y
las aguas servidas para la producción agrícola. Con espacios para la
agricultura y donde nuestros investigadores encuentren los recursos necesarios
para ejercer sus actividades de investigación sin limitaciones. Y donde
nuestras comunas circundantes
participan, principalmente en su resguardo y mantenimiento como sector
estratégico de la nación.
La coexistencia humana es vital, por un lado: el
trabajo y el adiestramiento especializado de personas de todas las
nacionalidades, especialmente de nuestra Gran Patria sin distinción y por el
otro del apoyo de todos nuestros aliados en asesoramiento y asistencia técnica
y logística. Su único requisito son sus talentos y el amor a la patria de
Bolívar inspirados en una patria grande. Otras de las visiones de este proyecto
están el seguimiento permanente de la innovación foránea que pueda trascender y
el desarrollo constante de nuevos emprendimientos que se derivan de esta
innovación.
Pero además debe existir la interacción constante
entre esta y el desarrollo de nuevos parques tecnológicos bolivarianos en todas
nuestras universidades como espacios de campo donde se materializan los
proyectos de investigación y se busca su masificación para el nacional
mejoramiento de nuestra calidad de vida
y la participación de las comunas en su resguardo y mantenimiento. Vargas,
Genry (2012) afirma como determinante de estos desarrollos la: “vinculación
entre los sectores académicos de las universidades venezolanas y sectores
emprendedores del empresariado del país.”
Ahora bien, en estos nuevos campos tecnológicos
bolivarianos deben configurarse
igualmente estructuras amigables con el medio ambiente, diferenciándolo solo en
función de su especialidad de investigación: en el área de la agricultura, de
la ganadería, de producción de alimentos, en el área textil, metalúrgica entre
muchas otras. Su producción una vez logrado la autarquía de la misma es
importante para el suministro de muchos de los materiales que vamos a requerir
para la actividad en nuestro Valle del Silicio Bolivariano.
Imagínense ahora, un país donde el acontecer
nacional este dominado por el conocimiento y la innovación. Donde es celebrado
y reconocido cada logro y actividad alcanzada por nuestros científicos e
investigadores. Esto es solo posible con una auto revolución que nos permita
cambiar tanto nuestra pasiva cultura de emprendimiento económica heredada del
colonialismo español como el cambio de paradigma hacia una estructura
educacional basado en la filosofía del
logro y la materialización de los pensamientos.
En nuestro próximo articulo discutiremos las
implicaciones sociales y económicos de la inversión de los emprendimientos en
nuestra Doctrina social bolivariana, lo que la doctrina del capital lo denomina
“capital de riesgo”, y describiremos como el principio de participación y
protagonismo toma especial relieve entre la interacción del emprendedor con su
comunidad tanto comunal como nacional para lograr el cambio de paradigma
cultural, y de cómo el Carnet de la Patria va a permitir esta interacción tan
necesario para el logro de nuestros objetivos.
Finalizando, podemos concluir que nuestra
independencia económica de nuestra revolución tiene su fundamento primero en
librar el obstáculo cultural y estructural heredados del colonialismo español y
segundo en que nuestro Estado social asuma el rol de emprendedor para llevar a
cabo el proyecto del Valle del Silicio Bolivariano y de los nuevos parques
tecnológicos bolivarianos, como una red de desarrollo integral sustentable
formando parte de nuestros planes estratégicos nacionales. Tomen Camaradas,
cartas en el asunto.
BIBLIOGRAFIA
Pérez, José Vicente. “Historia de la computación y la informática en
Venezuela 1938-2011 ”. Revista Acción Pedagógica, Nº 21 / Enero – Diciembre
2012. PP 82 – 94. Universidad de los Andes. Venezuela, 2012.
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Vargas, Genry. “Parques Tecnológicos en Venezuela: la experiencia de la
Universidad de los Andes. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la
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