lunes, 28 de junio de 2010

Origenes del Cooperativismo. Parte II


El impacto que ha tenido el esquema de predominio de capitales, se traducen en consecuencias diversas; que para nuestro estudio, lo enfocaremos en tres aspectos muy importantes:

1.1. Distribución desigual de las riquezas.
1.2. Pérdida de Principios y valores éticos y morales.
1.3. Impacto ambiental.

1.1. Distribución desigual de las riquezas. Las doctrinas y principios capitalistas invitan hacia el logro y el liderazgo individual. La obtención de riquezas mediante el esquema explotador de la remuneración por tareas específicas; impuesto por los pensadores neoliberales Taylor, Farol entre otros. Los cuales mantenían una concepción humana de “que los hombres sienten repugnancia por el trabajo por el esfuerzo y la responsabilidad que implica”. “Si trabajan, es para obtener un salario (motivaciones económicas) que les permita satisfacer ciertas necesidades al margen del trabajo. Como son pasivos y carecen de interés por el trabajo, los hombres deben ser dirigidos y requieren un estricto control de su comportamiento. Por lo tanto es una motivación económica la que empuja a los hombres a trabajar.

Desde el punto de vista neoliberal, se dan dos aspectos humanos que permiten el desarrollo de una empresa de capitales de éxito: una idea novedosa, un líder empresarial y los sujetos pasivos que requieren ser dirigidos y controlados para obtener de ellos sus recursos humanos y así obtener el éxito deseado.

Gracias ha este lineamiento empresarial, observamos como la plusvalía en la fabricación de cualquier bien y servicio no termina en manos de sus actores directos; sino en manos de un grupo minoritario que representan el cuerpo de accionistas o dueños de la empresa.

Esta tendencia, a lo largo de los años, ha traído consecuencias desastrosas para la economía no solo nacional, sino internacional. Vemos entonces, como ese cuerpo de accionistas o propietarios se ha ido reduciendo poco a poco y a través de los años en la misma proporción en que las riquezas pasa a pocas manos.

Hoy por Hoy, quien ostenta el poder económico, ostenta también el poder político. Esto se traduce en una doble desviación tanto de las riquezas como de las decisiones a nivel nacional e internacional.

1.2. Pérdida de Valores y Principios. El régimen o modelo capitalista, induce al consumismo descontrolado, y esto es vital para ellos pues necesariamente deben mantener un ciclo económico que les permita su permanencia a través del tiempo. Aprovechan el principio económico del hombre como animal insatisfecho y buscan convencerlo de la imperiosa necesidad de obtener bienes y servicios a cualquier precio. Se aprovechan además de las jerarquías de necesidades humanas y buscan su competencia por la obtención de un status social acorde con su modelo de hombre consumidor descontrolado.

A lo largo de los años, políticas de mercado capitalista han incitado a la competencia desleal, la depravación sexual, a la no observancia de principios como la dignidad, honradez, y solidaridad, entre otros.

La convivencia pacífica y la búsqueda de superación hacia conductas humanas más dignas, no forman parte de los objetivos o metas del individuo considerado moderno, o en otras palabras: consumidor descontrolado.

Las instituciones, también están sufriendo las consecuencias del embate en la obtención de lucro. La familia, la escuela, la iglesia, la religión; para mencionar algunas donde se observa de manera clara, la conducta destructiva que representa muchas veces la búsqueda de ganancia monetaria.

No estoy considerando este esquema económico como causante principal de esta desviación, pero si ha tenido un papel preponderante.

En lo político, el afán de lucro personal es noticia de todos los días en los reportajes nacionales e internacionales. Especialmente en nuestro país. El funcionario público muchas veces olvida su rol de servidor social y asume una actitud totalmente negativa ante las necesidades de su entorno.

1.3. Impacto ambiental. La vorágine capitalista no ha tenido frenos en el consumo desconsiderado de los recursos naturales, la obtención de lucro se antepone al bienestar humano colectivo, y debido a ello, no se ha estimado las consecuencias de la aniquilación de especies animales y vegetales, de los desechos industriales y comerciales que hoy por hoy, se manifiestan en hechos tan diversos como el recalentamiento de la capa de ozono.

En conclusión. El individuo de hoy, considerado moderno, de cultura consumista se preocupar por TENER MAS en vez de SER MAS. Esta actitud de enfrentar la vida, poco a poco nos está conduciendo ha nuestra propia destrucción.

Es necesario un cambio de mentalidad, romper paradigmas; revertir el TENER MAS por SER MAS. Es nuestro primer paso para transformar la economía a modelos más justos y equitativos. (Ideas y extractos contenidos en las publicaciones del Grupo CIRIEC de España)

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