Considero que esta negación de la moral religiosa, es lo que en parte configuro un comunismo utópico que destruyo desde sus adentros todo el proyecto socialista soviética. En una entrevista realizada a Leonardo Padura, por Castedo, 2017., escritor del libro acerca de la vida de León Troksy afirmó: “Y la cantidad de seres humanos que fueron sacrificados en la URSS por ese proyecto utópico, creo que fue algo que la condeno realmente, como proyecto, como país, como sociedad.”
Ya habíamos comentado antes, en lo referente a los principios
marxistas de la Crítica y la autocrítica; de la rectificación y de la consulta
a las masas que deberán ser incluidos dentro de nuestra mescolanza. Sin
embargo, en lo que rodea a la “moral”, aquí surgen las contradicciones más que
todo de tipo dogmático-cultural. Para Marx la doctrina moral, relacionado
íntimamente con la fe religiosa es considerada aun por los socialistas utópicos
como una forma de dominación del hombre
por el hombre. Existe una frase de la utopía marxista que expresa: “la religión
es el opio del pueblo. Considerada la quinta esencia del comunismo y reflejo
del más bajo desprecio por la fe religiosa. A tal efecto Marx y Engel, citado
por Fardales y Gomez 2016; afirma: “…Marx y Engels nos dicen: “los comunistas
no se dedican a predicar ninguna clase moral… no plantean a los hombres el postulado moral de ¡amaos los unos a los
otros!, ¡no seáis egoísta!...”
La fe que se profesa en la religión es tan fuerte y poderosa, que
mueve a personas a obrar en acciones muchas veces irracionales o
incomprensibles. “Es pues la fe, la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Sea
monoteístas: como el judaísmo, el cristianismo y el islam en una yuxtaposición
también controversial; o politeístas como el hinduismo; la religiosidad apoyada
en la fe es un elemento indispensable de todo adoctrinamiento; sin cruzar las
fronteras del extremismo.
Considero que esta negación de la moral religiosa, es lo que en
parte configuro un comunismo utópico que destruyo desde sus adentros todo el
proyecto socialista soviética. En una entrevista realizada a Leonardo Padura,
por Castedo, 2017., escritor del libro acerca de la vida de León Troksy afirmó:
“Y la cantidad de seres humanos que
fueron sacrificados en la URSS por ese proyecto utópico, creo que fue algo que
la condeno realmente, como proyecto, como país, como sociedad.”
Es pues este elemento del
comunismo utópico, que busca prever los cambios sociales como único medio de
lograr sus fines, el que ocasiono el
costo de muchas vidas tanto en la antigua Unión Soviética como en la China de
Mao Zedong la que fue descartada por el socialismo científico de Deng Xiaoping
y Xi Jinping, para luego imprimir características chinas como los elementos de
la moral confuciana, reconocidos y adoptados por cientos de años por el pueblo
chino. A tal efecto, Canseco, 2021 reflexiona: “Su doctrina denominada “la religión de los ritos” (Li) o “La religión
de la caballerosidad (Ju), se caracteriza por su énfasis en lo moral y
práctico, aplicado a lo individual y lo colectivo, sin descartar por completo
lo metafísico. Su racionalismo se fundamenta en la mente superior (manas) como
vía de acceso a la perfección, y, como consecuencia a la felicidad”. Es así
como se agregan elementos confucianos en el socialismo con características
chinas.
Nuestro Padre Doctrinario, consideraba a Jesucristo como el primer
“autentico” revolucionario. Y no le faltaban argumentos para confirmarlo. La doctrina
cristiana es el mejor y más conveniente alineador moralista de nuestro
socialismo científico; y por lo tanto de nuestra militancia del PSUV. Es más,
es mucho más fuerte y complejo que los preceptos confucianos. Obliga a alinear
tu vida en el orden de Dios, tu persona, tu familia y los oficios. Se
garantizan emociones mucho más significativos que la felicidad: la Paz
(Filipenses 4:6-7), la Plenitud del gozo (Salmos 16:11). Y entonces, porque no
se inculca dicha doctrina en la educación de nuestros hijos, sabiendo de
antemano que somos un país eminentemente monoteísta. La condición de laico en
nuestro país, solo puede permitirse en la diversidad del monoteísmo reconocido
y no en la proliferación de sextas, cultos, y ritos a deidades que oscurecen de
muchas maneras la moral de nuestros conciudadanos. Allí tienen la experiencia
de Haití.
Dudo mucho que cualquier militante convencido de su fe cristiana se
atreva a vulnerar las arcas del Estado venezolano; pues como lo dice Pablo
(Gálatas 5:16): “…andad en el espíritu y no satisfacer los deseos de la carne…”
nos obliga a no sucumbir al hedonismo (uno de las cuatro hábitos malsanos en la
doctrina del socialismo científico de Deng Xiaopeng y Xi Jinping), la vanidad.
O como lo dice nuestro señor Jesucristo (Mateo 11:29): “..Aprendan de mí, que
soy manso y humilde de corazón…” invita a la vida sencilla, libre de
ostentosidades y de la arrogancia y el burocratismo (tres de los cuatro hábitos
malsanos en la doctrina del socialismo científico de Deng Xiaopeng y Xi Jinping)
que ello conlleva.
Es por lo tanto, el cristianismo
uno de los elementos cruciales e indispensables de esta mescolanza que
intentamos realizar; además de ser el más conveniente y realizable (Es difícil
no encontrar uno que otro movimiento evangelizador en los predios rurales o
urbanos de nuestro país) es mucho más poderoso inclusive de la pasión misma que
conlleva a la idolatría hacia nuestro padre doctrinario (de lo cual Hugo
Chávez, nunca estuvo de acuerdo; por eso refuto más de una vez la colocación de
imágenes suyas en sitios públicos de cualquier lugar del país)
Que no hubo cristianos en puestos gubernamentales?, basta leer, los
libros de Daniel y de José; excelentes funcionarios públicos., todo lo que
hacía les prosperaba. Pero y entonces, es necesario ser cristiano para militar
en el PSUV?., no necesariamente, porque el adoctrinamiento lo pueden recibir
dentro del mismo partido, sin embargo, si considero que debe ser un requisito
para optar a cualquier cargo público.
El respeto a los preceptos
cristianos, el temor a Dios y su reverencia por parte de los funcionarios
públicos es requisito indispensable para poder establecer cierta rigurosidad
basada en la disciplina y la supervisión constante establecida en
reglamentaciones de orden moral. En el caso del Partido Comunista Chino se
redactaron ocho (8) reglamentos anticorrupción. Por otra parte el Partido
Comunista Chino, determino actitudes básicas para ser aplicados en el
funcionario público con carácter coercitivo, constantemente supervisados. A tal
efecto describe Borges, 2022: “Para
la comisión disciplinaria del partido comunista chino, “los cuatro hábitos malsano” por los que se suele investigar y
sancionar a funcionarios y militantes, son el formalismo, el burocratismo, el
hedonismo y la proclividad al derroche y la suntuosidad”.
Para el caso que nos
atañe, debemos estudiar detenidamente estos cuatro hábitos malsanos e incluir
ciertos hábitos derivados del paternalismo, la cultura rentista, del populismo y la herencia cultural mono
productora que desciende de la misma época colonialista, para luego establecer
mecanismos basados en la disciplina y la
supervisión, tomando en cuenta la experiencia militar derivada de las
guerras patrias y así poder establecer lineamientos más rigurosos y cónsonos
con nuestra cultura. Este tema se extiende, mis camaradas, pongan cartas en el
asunto.
BIBLIOGRAFIA
- Evelio Fardales, Miriam Fardales y Doralkis Gomez. “La perspectiva
marxista de la educación de los valores”. Gaceta Medica Espirituana. Univ. Ciencias
Medicas. Sancti Spiritus. Vol 18. No 2. 2016. Cuba.
- Beatriz Diez Canseco. “La Moral de Confusio”. Nueva Acropolis,
Organización Internacional. 2021. Pagina web: biblioteca.acropolis.org
- Randolf Borges. “China avala lucha anticorrupción como la auto-revolución
mas completa. Periódico Ultimas Noticias. Octubre, 2022. www.ultimasnoticias.com.ve
- Antia Castedo. “Leonardo Padura: “El fracaso de la Unión Soviética fue
una derrota para la humanidad”. BBC Mundo. Enero 2017. www.bbc.com
- Antiguo y nuevo testamento.
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