viernes, 19 de mayo de 2023

LA TRANSICION: DE LA NECESARIA AUTOREVOLUCION DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA. PRIMERA PARTE SECCION B DE LOS ELEMENTOS MORALES: LA AMORALIDAD DEL SOCIALISMO UTOPICO Y LA INCLUSION DE ASPECTOS DEL CONFUSIONISMO EN EL SOCIALISMO CIENTIFICO DE DENG XIAOPING Y XI JINPING. LA YUXTAPOSICION CONTROVERSIAL DEL CATOLICISMO ROMANO CON EL CRISTIANISMO REVOLUCIONARIO DE NUESTRO PADRE DOCTRINARIO. DE LAS RAZONES PORQUE ES NECESARIO EL CRISTIANISMO EN LOS MILITANTES QUE OCUPAN FUNCIONES PUBLICAS

Considero que esta negación de la moral religiosa, es lo que en parte configuro un comunismo utópico que destruyo desde sus adentros todo el proyecto socialista soviética. En una entrevista realizada a Leonardo Padura, por Castedo, 2017., escritor del libro acerca de la vida de León Troksy afirmó: “Y la cantidad de seres humanos que fueron sacrificados en la URSS por ese proyecto utópico, creo que fue algo que la condeno realmente, como proyecto, como país, como sociedad.”

Ya habíamos comentado antes, en lo referente a los principios marxistas de la Crítica y la autocrítica; de la rectificación y de la consulta a las masas que deberán ser incluidos dentro de nuestra mescolanza. Sin embargo, en lo que rodea a la “moral”, aquí surgen las contradicciones más que todo de tipo dogmático-cultural. Para Marx la doctrina moral, relacionado íntimamente con la fe religiosa es considerada aun por los socialistas utópicos como  una forma de dominación del hombre por el hombre. Existe una frase de la utopía marxista que expresa: “la religión es el opio del pueblo. Considerada la quinta esencia del comunismo y reflejo del más bajo desprecio por la fe religiosa. A tal efecto Marx y Engel, citado por  Fardales y Gomez 2016; afirma: “…Marx y Engels nos dicen: “los comunistas no se dedican a predicar ninguna clase moral… no plantean a los hombres  el postulado moral de ¡amaos los unos a los otros!, ¡no seáis egoísta!...”

La fe que se profesa en la religión es tan fuerte y poderosa, que mueve a personas a obrar en acciones muchas veces irracionales o incomprensibles. “Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Sea monoteístas: como el judaísmo, el cristianismo y el islam en una yuxtaposición también controversial; o politeístas como el hinduismo; la religiosidad apoyada en la fe es un elemento indispensable de todo adoctrinamiento; sin cruzar las fronteras del extremismo.

Considero que esta negación de la moral religiosa, es lo que en parte configuro un comunismo utópico que destruyo desde sus adentros todo el proyecto socialista soviética. En una entrevista realizada a Leonardo Padura, por Castedo, 2017., escritor del libro acerca de la vida de León Troksy afirmó: “Y la cantidad de seres humanos que fueron sacrificados en la URSS por ese proyecto utópico, creo que fue algo que la condeno realmente, como proyecto, como país, como sociedad.”

 Es pues este elemento del comunismo utópico, que busca prever los cambios sociales como único medio de lograr sus fines, el  que ocasiono el costo de muchas vidas tanto en la antigua Unión Soviética como en la China de Mao Zedong la que fue descartada por el socialismo científico de Deng Xiaoping y Xi Jinping, para luego imprimir características chinas como los elementos de la moral confuciana, reconocidos y adoptados por cientos de años por el pueblo chino. A tal efecto, Canseco, 2021 reflexiona: “Su doctrina denominada “la religión de los ritos” (Li) o “La religión de la caballerosidad (Ju), se caracteriza por su énfasis en lo moral y práctico, aplicado a lo individual y lo colectivo, sin descartar por completo lo metafísico. Su racionalismo se fundamenta en la mente superior (manas) como vía de acceso a la perfección, y, como consecuencia a la felicidad”. Es así como se agregan elementos confucianos en el socialismo con características chinas.

 


             Ahora bien, reconocemos que en nuestro caso, el adoctrinamiento del catolicismo romano impuesto desde la conquista; determino en buena manera las costumbres religiosas de la mayoría de nuestra población venezolana. Sin embargo, aquí nos encontramos con una yuxtaposición controversial con la doctrina socialista de nuestro padre doctrinario quien es eminentemente cristiano. La fe hacia nuestro señor Jesucristo nos obliga a considerar sus principios doctrinales como: “yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al padre sino por intermedio de mi” (Juan 14:6). Principios que rebotan con viejas costumbres del catolicismo romanos; costumbres anticristianas y que han sido adoptadas por nuestro pueblo y aun por muchas instituciones civiles y militares de nuestro Estado. Esto debe cambiar, y solo la educación puede lograrlo.

Nuestro Padre Doctrinario, consideraba a Jesucristo como el primer “autentico” revolucionario. Y no le faltaban argumentos para confirmarlo. La doctrina cristiana es el mejor y más conveniente alineador moralista de nuestro socialismo científico; y por lo tanto de nuestra militancia del PSUV. Es más, es mucho más fuerte y complejo que los preceptos confucianos. Obliga a alinear tu vida en el orden de Dios, tu persona, tu familia y los oficios. Se garantizan emociones mucho más significativos que la felicidad: la Paz (Filipenses 4:6-7), la Plenitud del gozo (Salmos 16:11). Y entonces, porque no se inculca dicha doctrina en la educación de nuestros hijos, sabiendo de antemano que somos un país eminentemente monoteísta. La condición de laico en nuestro país, solo puede permitirse en la diversidad del monoteísmo reconocido y no en la proliferación de sextas, cultos, y ritos a deidades que oscurecen de muchas maneras la moral de nuestros conciudadanos. Allí tienen la experiencia de Haití. 

Dudo mucho que cualquier militante convencido de su fe cristiana se atreva a vulnerar las arcas del Estado venezolano; pues como lo dice Pablo (Gálatas 5:16): “…andad en el espíritu y no satisfacer los deseos de la carne…” nos obliga a no sucumbir al hedonismo (uno de las cuatro hábitos malsanos en la doctrina del socialismo científico de Deng Xiaopeng y Xi Jinping), la vanidad. O como lo dice nuestro señor Jesucristo (Mateo 11:29): “..Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón…” invita a la vida sencilla, libre de ostentosidades y de la arrogancia y el burocratismo (tres de los cuatro hábitos malsanos en la doctrina del socialismo científico de Deng Xiaopeng y Xi Jinping) que ello conlleva. 

              Es por lo tanto, el cristianismo uno de los elementos cruciales e indispensables de esta mescolanza que intentamos realizar; además de ser el más conveniente y realizable (Es difícil no encontrar uno que otro movimiento evangelizador en los predios rurales o urbanos de nuestro país) es mucho más poderoso inclusive de la pasión misma que conlleva a la idolatría hacia nuestro padre doctrinario (de lo cual Hugo Chávez, nunca estuvo de acuerdo; por eso refuto más de una vez la colocación de imágenes suyas en sitios públicos de cualquier lugar del país)

Que no hubo cristianos en puestos gubernamentales?, basta leer, los libros de Daniel y de José; excelentes funcionarios públicos., todo lo que hacía les prosperaba. Pero y entonces, es necesario ser cristiano para militar en el PSUV?., no necesariamente, porque el adoctrinamiento lo pueden recibir dentro del mismo partido, sin embargo, si considero que debe ser un requisito para optar a cualquier cargo público.

              El respeto a los preceptos cristianos, el temor a Dios y su reverencia por parte de los funcionarios públicos es requisito indispensable para poder establecer cierta rigurosidad basada en la disciplina y la supervisión constante establecida en reglamentaciones de orden moral. En el caso del Partido Comunista Chino se redactaron ocho (8) reglamentos anticorrupción. Por otra parte el Partido Comunista Chino, determino actitudes básicas para ser aplicados en el funcionario público con carácter coercitivo, constantemente supervisados. A tal efecto describe Borges, 2022: “Para la comisión disciplinaria del partido comunista chino, “los cuatro hábitos malsano” por los que se suele investigar y sancionar a funcionarios y militantes, son el formalismo, el burocratismo, el hedonismo y la proclividad al derroche y la suntuosidad”.

              Para el caso que nos atañe, debemos estudiar detenidamente estos cuatro hábitos malsanos e incluir ciertos hábitos derivados del paternalismo, la cultura rentista,  del populismo y la herencia cultural mono productora que desciende de la misma época colonialista, para luego establecer mecanismos basados en la disciplina y la  supervisión, tomando en cuenta la experiencia militar derivada de las guerras patrias y así poder establecer lineamientos más rigurosos y cónsonos con nuestra cultura. Este tema se extiende, mis camaradas, pongan cartas en el asunto.

BIBLIOGRAFIA

- Evelio Fardales, Miriam Fardales y Doralkis Gomez. “La perspectiva marxista de la educación de los valores”. Gaceta Medica Espirituana. Univ. Ciencias Medicas. Sancti Spiritus. Vol 18. No 2. 2016. Cuba.

- Beatriz Diez Canseco. “La Moral de Confusio”. Nueva Acropolis, Organización Internacional. 2021. Pagina web: biblioteca.acropolis.org

- Randolf Borges. “China avala lucha anticorrupción como la auto-revolución mas completa. Periódico Ultimas Noticias. Octubre, 2022. www.ultimasnoticias.com.ve

- Antia Castedo. “Leonardo Padura: “El fracaso de la Unión Soviética fue una derrota para la humanidad”. BBC Mundo. Enero 2017. www.bbc.com

- Antiguo y nuevo testamento.

 

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