lunes, 24 de agosto de 2015

LA TRANSICIÓN: Hacia el proceso de disminuir la influencia de los actores del capital. Primera parte: Las firmas personales: del cohecho a la coerción.

    En el proceso de disminuir la influencia doctrinaria del capital, debemos involucrar varios elementos de reforma que son necesarios, primero para mitigar viejos hábitos viciados de nuestra vieja doctrina, con los llamados "empresas de maletín", y sus secuelas del cohecho.  Y por otra parte, la promoción de la figura de las firmas personales (el individuo como emprendedor de ideas, inventivas o innovaciones) como requisito indispensable para ejercer la función de patriotismo pleno en el caso del individuo y apoyo irrestricto por parte de nuestro Estado social.

  Ahora bien, porque esto; les puedo dar varias razones: primero, la figura de las firmas personales obliga al individuo, como emprendedor de ideas e inventivas; el involucrar todo su patrimonio personal. Y desde luego, nadie arriesga su patrimonio al menos que no este convencido de su pasión y del logro de sus objetivos individuales. Por otra parte, en el caso de las compañías anónimas; el individuo solo esta coercionado por el mero valor de sus acciones; por lo cual, solo esta interesado en los dividendos o la renta que este le proporcione. 

  La figura de las compañías anónimas solo puede permitirse cuando se cumplan dos condiciones importantes para el saneamiento de nuestra economía y su transición: primeramente la existencia de un tercer individuo que figure como factor y en la cual sus propietarios otorguen poderes de gestión, el alcance de este poder, es indistinto. Esto, para evitar que los propietarios y sus gestores sean el mismo individuo.  Y por otra parte la existencia del establecimiento físico, o inmueble de índole comercial; en el cual deba existir todo un régimen de fiscalización para que la misma cumpla con los estándares de seguridad y protección social. Previamente, el monto o la cuantía del capital social; debe ser lo razonablemente suficiente en función de su actividad, y la misma, auditado por profesionales que empeñen su fe pública en la fiabilidad de este patrimonio inicial.  

   Nuestro Estado Social, debe ser muy celoso, en el estricto cumplimiento de estas condiciones, la misma permitirá; identificar plenamente a los actores del capital en función de sus verdaderos intereses, y mitigar malos hábitos, que por años nos han perjudicado; solo así es posible des enmascararlos y resarcir parte del daño ético y moral que le han hecho a nuestra nación. 


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