viernes, 8 de enero de 2016

LA TRANSICION: Emulando la epopeya de Bolívar: ¡¡Decreto de guerra económica a muerte !!.

Lo que nos ha enseñado la batalla de el seis de diciembre de 2015; es que nuestro adversarios no han escatimado ningún tipo de recursos, no han tenido ningún tipo de escrúpulos, y de manera nociva han sabido aprovecharse de la nobleza de nuestros actos, y de la pasión de nuestro espíritu revolucionario; para intentar ganar la guerra por la patria.


Ahora bien, la experiencia que nos dejo la Campaña Admirable, fue la proeza de nuestro padre Bolívar en realizar un Decreto de Guerra a Muerte, para que todo aquel español o canario que no "conspire contra la tiranía" del imperio español, sencillamente será declarado un "Traidor a la Patria", y "pasado en armas". 

Este decreto, significo; para nuestro Padre de la Patria, la garantía de contar con un ejercito de verdaderos y consabidos patriotas; para poder en rumbar con bastante certidumbre la guerra patria y asegurar la victoria de nuestros patriotas por una parte, y por otra, EL ARMISTICIO, con los españoles; que puso fin a tal decreto.

Existe una especial particularidad, en este decreto, que reviste de especial atención; tanto para los españoles y canarios, como para los americanos. En el primer caso, EL INDULTO general y absoluto a todo español, que se pasen a los ejércitos patrios o presten auxilio a la causa emancipadora. Y por otra parte, a los americanos, LA INMUNIDAD absoluta; muy a pesar de sus errores, equivocaciones y contradicciones; afirmando textualmente: "Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de vuestros hermanos.".

Ahora bien, en estos momentos ¿Es necesario un decreto de la misma naturaleza?, pues bien, yo diría que sí; al constatar como los actores del capital, en su afán por librar y ganar la batalla del 6 de diciembre de 2015, y posteriormente intentar ganar la guerra por la patria; burlan nuestros lineamiento legales  para regular la convivencia económica del régimen actual de capitales y desconocen totalmente nuestras prerrogativas.  

Al igual que nuestro Padre Bolívar, es necesario contar con la garantía de poseer todo un ejercito de amantes de nuestra doctrina social bolivariana, saneada en gran medida de traidores y conspiradores. Ya no es el imperio español, ahora es el imperio yanqui y sus lacayos de la burguesía. Sus armas de conspiración, no son, por ahora de fuego, sino, mecanismos de la actual doctrina del capital: El desabastecimiento, la escasez, la especulación, y el contrabando. Las cuales resultan mas eficaces en esta guerra ideológica. 

En nuestro decreto de guerra económica a muerte, solo podemos considerar EL INDULTO GENERAL Y ABSOLUTO, a todo burgués CONVERSO, hacia nuestra doctrina ; es decir, aquel que se entrega en cuerpo y alma por nuestra causa revolucionaria.  por el contrario,  toda conspiración hacia nuestra revolución representa UNA TRAICIÓN A LA PATRIA, y por lo cual a merita LA EXPROPIACIÓN. 


Por otra parte, LA INMUNIDAD, de nuestros camaradas que por la incertidumbre de la actual coyuntura, han sido obligados a recular a favor de la oligarquía; es preciso, pero tenemos que considerar, el involucrarlos directamente en la batalla por la recuperación económica. Bajo el contexto de un ESTADO SOCIAL CON VOCACIÓN AGRÍCOLA, el principio de la estrella socialista de chavez y las premisas del patriotismo pleno y el apoyo irrestricto de nuestro Estado Social, así como la transferencia tecnológica como condición de apoyo de nuestros aliados, son herramientas que convierten el principio constitucional de participación directa y protagonica, a nuestro individuos productores y consumidores que se encuentran organizados en comunas en una realidad política y económica.  

Nuestro decreto de guerra económica a muerte, debe librarse con extremo ejercicio doctrinario de nuestro socialismo bolivariano; y solo debe cesar cuando el imperio decida  un nuevo y silencioso ARMISTICIO. La cual considero, se levantara en nuestro país sobre las ruinas de su vieja y perversa doctrina. 

Bibliografia
 - Decreto de Guerra a muerte del 15 de junio de 1813. Simón Bolívar, Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejército del Norte, Libertador de Venezuela.





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